Este era el último día que ibamos a estar en Islandia y la predicción del tiempo era mala. Pasamos una noche con mucho viento y lluvia, pero cuando nos levantamos estaba bastante despejado y no soplaba demasiado viento. Dormiamos en el pueblo de Grundarfjörður, a escasos cinco minutos en coche de las cascadas de Kirkjufellsfoss, asi que fuimos los primeros en dejar los coches en el parking. La lluvia que habia caido durante la noche habia quitado un monton de nieve del monte y habia hecho que la parte baja de la cascada se convirtiera en una charca enorme. Nos toco dar un pequeño rodeo para llegar a la base de las cascadas. Nos plantamos alli los seis colegas solos y pudimos disfrutar de un bonito amanecer.
Es curioso, ahora que las veo las tres juntas me doy cuenta como el balance de blancos cambia las tomas completamente y como dependiendo del día en que las editas tomas decisiones diferentes en la edición. Las he editado en tres momentos diferentes, y ahora viendo las tres juntas, aprecio mucho las diferencias entre las tres.
Volviendo al viaje, a medida que pasaba el tiempo el viento soplaba con mas fuerza, y cuando nos marchabamos me di una culada en el puente. A pesar de haber estado lloviendo toda la noche, el viento hace que ese agua se congele, y al cruzar el puente, el viento me desequilibro y bese el suelo. No me hice nada, pero al final te preguntas para que demonios has llevado los crampones todo el viaje si al final no te los pones.
Cuando llegamos a los coches nos acercamos para hacer una foto del monte Kirkjufell desde la bahia, pero el viento ya hacia imposible mantenerse en pie. Os pongo un enlace para que veais como suena una galerna en Islandia:
Nos retiramos al apartamento a ver si amainaba, pero no hubo forma. Hicimos un intento de ir hasta la iglesia negra de Budhir y los acantilados de Arnarstapi, al sur de la peninsula de Snaefellsnes, pero el viento hacia peligrosa la conducción y habia que cruzar un puerto de montaña, pequeño pero nevado, asi que nos dimos la vuelta y dimos por terminada la jornada. Unas cervezas, acabar las viandas que nos habiamos llevado, y unas risas para completar el viaje.
Al día siguiente el vuelo salia a las 11:00 de la mañana y como daban una ventana de tiempo despejado a la madrugada nos levantamos a las 04:00 para ver si podiamos ver la aurora boreal encima del monte Kirkjufell . No hubo suerte, llovia y hacia viento, asi que decidimos empezar el viaje de vuelta, con tiempo de sobra para llegar al aeropuerto y no tener ningun susto. La carretera estaba mejor que el dia anterior y conseguimos dejar el coche en tiempo y en perfecto estado. Me hizo gracia que el empleado de la agencia nos felicitase por el buen estado en el que les devolvimos los coches. No se que sera lo habitual, ¿devolverlos con golpes?
El vuelo de vuelta tuvo un pequeño retraso, lo que hizo que llegasemos un poco mas tarde a Madrid, y tras otras cuatro horas de coche llegabamos a eso de las 21:30 a casa. Y al día siguiente a currar:)
Un viaje muy guapo, una experiencia maravillosa, una semana para descubrir un pais que, seas o no fotografo, merece la pena la visitar. Volveremos!!!!